Cautivo, fulgor de devotos

Las noches se llenan de amor al Cautivo. Un amor que cada noche inunda el corazón de sus devotos, el alma de los fieles, el sentir de los cazalleros. 

La mirada del Señor nos lleva a la reflexión, al sentimiento del sufrimiento y padecimiento del salvador, una mirada que nos acerca a la verdadera resurrección.

Y junto a el su madre, el discípulo amado, donde nosotros debemos de vernos reflejados. Acompañando al hijo de Dios en su pasión, en su muerte y en su resurrección.